Así pues, si dos grupos de creyentes luchan entre sí, reconciliadles; pero si luego uno de los dos [grupos] insiste en actuar injustamente con el otro, combatid a aquel que actúa injustamente hasta que vuelva al mandamiento de Dios; y si vuelven, reconciliadles con justicia, y sed equitativos [con ellos]: pues realmente, Dios ama a los que obran con equidad.