Y, ¡HE AHÍ! que dirigimos hacia ti [Oh Muhámmad] a un grupo de seres invisibles, para que pudieran escuchar el Qur’án; y tan pronto como se apercibieron de él, dijeron [entre ellos]: “¡Escuchad en silencio!” Y al acabar [la recitación], regresaron a su gente como advertidores.