Por esto, llama, pues, [a toda la humanidad], y persevera en el camino recto, como te ha sido ordenado [por Dios]; y no sigas sus caprichos, sino di:“Creo en toda la revelación que Dios ha hecho descender; y me ha sido ordenado que promueva la equidad en vuestras discrepancias. Dios es nuestro Sustentador y también vuestro Sustentador. Nuestro será el fruto de nuestras acciones y vuestro el fruto de las vuestras. Entre nosotros y vosotros no hay discusión: Dios nos reunirá a todos –pues hacia Él es el retorno.”