Cuando vinieron a ellos los enviados [de Dios], que les hablaron de lo que tenían delante de ellos y de lo que [aún] estaba fuera de su conocimiento, [y les exhortaron]: “¡No adoréis sino a Dios!”Respondieron: “¡Si nuestro Sustentador hubiera querido [que creyéramos en lo que decís,] ciertamente habría enviado ángeles [como mensajeros Suyos]. Negamos, pues, que haya verdad en [lo que presentáis como] vuestro mensaje!”