¿Y cómo podéis negaros a combatir por la causa de Dios y la de aquellos hombres, mujeres y niños oprimidos que imploran: “¡Sustentador nuestro! ¡Sácanos de esta tierra de gente opresora! ¡Danos, de Tu gracia, un protector! ¡Danos, de Tu gracia, un auxiliador!”