Examinad a los huérfanos y cuando hayan alcanzado la edad del matrimonio, si encontráis en ellos sensatez y rectitud, entregadles sus bienes. No los malgastéis incurriendo en delito y adelantándoos a que se hagan mayores. Él que sea rico que se abstenga de ellos, y el pobre que gaste según lo reconocido. Y cuando les entreguéis sus bienes, pedidles que lo testifiquen. Allah basta para tomar cuenta (de las acciones).