¿Puede, entonces, [compararse a] aquel que no tendrá más que su cara [desnuda] para que le proteja del horrible castigo [que caerá sobre él] el Día de la Resurrección [con el que es consciente de Dios]?[Ese Día,] se dirá a los malhechores: “¡Saboread [ahora] lo que os ganasteis [en vida]!”