«¡Oh, David! En verdad, te hemos hecho heredero en la Tierra, así pues, judga entre los hombres con la Verdad y no sigas tus pasiones, pues te desviarían de la senda de Dios.» En verdad, quienes se desvían de la senda de Dios sufrirán un castigo doloroso por haber olvidado el Día de la Cuenta.