35الَّذي أَحَلَّنا دارَ المُقامَةِ مِن فَضلِهِ لا يَمَسُّنا فيها نَصَبٌ وَلا يَمَسُّنا فيها لُغوبٌ Aquel que, de Su favor, nos ha admitido en esta morada de vida eterna, donde no nos aqueja desasosiego alguno, ni fatiga!”