¡Vosotros que creéis! No entréis en las habitaciones del Profeta a menos que os dé permiso y os invite a comer, pero no estéis esperando la ocasión. No obstante si sois invitados entrad, y una vez hayáis comido retiraos y no os quedéis hablando con familiaridad; realmente esto importuna al Profeta, pero le da vergüenza decíroslo. Sin embargo Allah no se avergüenza de la verdad. Y cuando les pidáis a ellas algún menester hacedlo desde detrás de una cortina, esto es más puro para vuestros corazones y para los suyos. No es propio de vosotros causar ningún perjuicio al Mensajero de Allah. Y cuando él ya no esté, no os caséis jamás con sus esposas, realmente esto es grave ante Allah.