"¡Oh Sustentador nuestro! He aquí que hemos oído una voz que [nos] llamaba a la fe: ‘¡Creed en vuestro Sustentador!’ --y hemos creído. ¡Oh Sustentador nuestro! ¡Perdónanos, pues, nuestras faltas y borra nuestras malas acciones; y haz que muramos la muerte de los verdaderamente virtuosos!