Y entró en la ciudad cuando sus gentes estaban distraídas y encontró en ella a dos hombres que se estaban golpeando, uno de su grupo y el otro de sus enemigos. Y el que era de su grupo le pidió ayuda contra el que era de sus enemigos y Moisés le dio un puñetazo y acabó con él. Dijo: «Esto es obra de Satanás. En verdad, él es un enemigo, un extraviador declarado.»