O [bien, sus obras son] como profundas tinieblas sobre un mar abismal que las olas, encrespadas unas sobre otras, hacen más oscuro, y sobre todo ello nubes [oscuras]: tinieblas sobre tinieblas, [de forma que] si uno saca la mano, apenas la ve: pues, ¡a quién Dios no da luz, no tiene luz en absoluto!