Dios es la Luz de los cielos y de la tierra. La parábola de Su luz es como un nicho que contiene una lámpara; la lámpara está [encerrada] en cristal, el cristal [brilla] como una estrella radiante: [una lámpara] que se enciende gracias a un árbol bendecido --un olivo que no es del este ni del oeste --cuyo aceite [es tan brillante que] casi alumbra [por sí solo] aunque no haya sido tocado por el fuego: ¡luz sobre luz!Dios guía hacia Su luz a quien quiere [ser guiado]; y [con tal fin] Dios plantea parábolas a los hombres, pues [sólo] Dios tiene pleno conocimiento de todo.