Y quienes no cuenten con recursos para contraer matrimonio que mantengan el celibato hasta que Dios les enriquezca con Su favor. Y a quienes, de entre vuestros esclavos, deseen su escritura, escribídsela si sabéis que en ellos hay bien. Y dadles de los bienes de Dios que Él os ha otorgado. Y, buscando obtener las ganancias de esta vida mundanal, no forcéis a vuestras esclavas a la prostitución si desean permanecer célibes. Pero si son obligadas, en verdad, Dios, tras haber sido ellas obligadas, es perdonador, misericordiosísimo.