[Normalmente,] las mujeres depravadas son para los hombres depravados, y los hombres depravados, para las mujeres depravadas --al igual que las mujeres buenas son para los hombres buenos, y los hombres buenos, para las mujeres buenas. [Puesto que Dios es consciente de que] estos son inocentes de lo que las malas lenguas les imputan, obtendrán perdón y una excelente provisión.