Entonces le inspiramos: Construye una nave bajo Nuestra mirada e inspiración. Cuando Nuestra orden llegue y el horno se inunde, embarca en ella a dos ejemplares de cada especie y a tu gente, con la excepción de aquel contra el que se haya decretado una palabra previa. Y no Me hables en favor de los injustos, pues en verdad han de perecer ahogados.