¡OH GENTES! Se [os] presenta [a continuación] una parábola; ¡prestad, pues, atención a ella! ¡Ciertamente, esos seres a los que invocáis en lugar de Dios no pueden crear [ni siquiera] una mosca, ni aunque aunaran para ello todas sus fuerzas! ¡Y si una mosca les quita algo, no pueden recuperarlo! ¡Qué débil es, en verdad, el que implora, y [qué débil] el implorado!