Y cuando se les recitan Nuestros signos claros reconoces la repulsa en el rostro de los que se niegan a creer, poco les falta para abalanzarse contra los que recitan Nuestros signos. Di: ¿Queréis saber algo peor que eso?: El fuego que Allah ha prometido a los que se nieguen a creer! ¡Qué mal lugar de vuelta!