Y cuando pactamos con vosotros la Alianza, levantando el monte y poniéndolo sobre vuestras cabezas: ¡Tomad lo que os damos con fuerza y oíd! Dijeron: Hemos oído y desobedecemos. Sus corazones se habían impregnado del becerro, por pura incredulidad. Di: ¡Qué malo es lo que os manda vuestra creencia, si fuerais creyentes!