¡Que ruin es esa [soberbia] por la que se han vendido a sí mismos! --al negar la verdad de lo que Dios ha revelado, por envidia de que Dios haya concedido parte de Su favor a quien Él quiso de Sus siervos: y así han incurrido en la condena de Dios, una y otra vez. Y a aquellos que niegan la verdad les espera un castigo humillante.