Y de cuando aceptamos el compromiso de los israe'íes, ordenándoles: "¡No adoréis sino o Dios! Tratad con benevolencia a vuestros padres, a los parientes, los huérfanos y los menesterosos; responded al prójimo con dulzura, observad la oración y pagad el azaque". Pero, rehusasteis desdeñosamente, salvo un pequeño número de vosotros".