Y si las repudiáis antes de haberlas. tocado, habiéndoles asignado dote, les corresponderá, a ellas, la mitad de lo que les hayáis fijado, salvo que os lo condonen ellas o quien tenga en su poder el contrato matrimonial. Mas sabed que la renunciación es lo más próximo a la piedad, y no olvidéis la liberalidad entre vosotros; porque Dios, bien ve cuanto hacéis.