Y cuando hayáis cumplido vuestros ritos de adoración, [seguid] teniendo a Dios presente como tenéis presentes a vuestros padres --¡no!, con un recuerdo aún más vivo. Pues hay gentes que [solamente] ruegan: "¡Oh Sustentador nuestro! ¡Danos en esta vida!" --esos no tendrán parte en las bendiciones de la Otra Vida.