¡Oh, creyentes! Os está preceptuado el talión para e homicidio: el libre por el libre, el esclavo por el esclavo, la mujer por la mujer; mas, si el deudo de la víctima condonase la pena al victimario, éste deberá indemnizarle espontánea y voluntariamente. Ello es un alivio y misericordia de vuestro Señor. Mas, quien después de esto, se vengue, sufrirá un severo castigo..