Te hemos visto [Oh Profeta] mirar al cielo con frecuencia [buscando guía]: y ahora vamos a hacer que te vuelvas en la oración en una dirección que te es querida. Vuelve, pues, tu rostro hacia la Casa Inviolable de Adoración; y dondequiera que estéis, volved vuestros rostros hacia ella [en la oración]. Y, ciertamente, aquellos que han recibido la revelación con anterioridad saben bien que esta [orden] procede en verdad de su Sustentador; y Dios no esta desatento a lo que hacen.