24فَناداها مِن تَحتِها أَلّا تَحزَني قَد جَعَلَ رَبُّكِ تَحتَكِ سَرِيًّا Entonces [una voz] la llamó desde el pie [de la palmera]: “¡No te aflijas! Tu Sustentador ha puesto a tus pies un arroyo;