Y di: La verdad procede de mi Señor; así pues el que quiera creer, que crea; y el que quiera negarse a creer, que no crea. Verdaderamente hemos preparado para los injustos un fuego cuya muralla los cercará; y si piden auxilio serán socorridos con un agua como la pez que les quemará la cara. ¡Qué mala bebida y qué mal reposo!