Entonces, les levantamos del sueño para que se preguntasen entre ellos.Uno de ellos dijo: «¿Cuánto habéis permanecido?»Dijeron: «Hemos permanecido un día o parte de un día.»Dijeron: «Vuestro Señor es quien mejor sabe lo que habéis permanecido.» Enviad a uno de vosotros con este dinero que tenéis a la ciudad para que mire quien posee el alimento más puro y os traiga una provisión de él. Pero que sea sutil y no llame en absoluto la atención de nadie sobre vosotros.