10إِذ أَوَى الفِتيَةُ إِلَى الكَهفِ فَقالوا رَبَّنا آتِنا مِن لَدُنكَ رَحمَةً وَهَيِّئ لَنا مِن أَمرِنا رَشَدًا Cuando esos jóvenes se refugiaron en la cueva, e imploraron: “¡Oh Sustentador nuestro! ¡Concédenos de Tu misericordia, y haznos conscientes de lo que es recto, cualquiera que sea nuestra condición [externa]!”