Y sólo aquel a quien Dios guía está en el camino recto; pero a quienes deja en el extravío, no encontrarás tú quien les proteja de Dios: y [cuando] les reunamos en el Día de la Resurrección, [yacerán] postrados sobre sus rostros: ciegos, mudos y sordos, y con el infierno por destino; [y] cada vez que [el fuego] amengüe, atizaremos para ellos [sus] llamas abrasadoras.