Quien reniega de Dios después de haber llegado a creer --y esto, a buen seguro, no incluye a quien lo haga bajo coacción mientras que su corazón permanece fiel a su fe, sino [solamente] a aquel que voluntariamente abra su pecho a la negación de la verdad --:sobre esos [recae] la condena de Dios, y les aguarda un terrible castigo: