Pero aunque entraron [en la ciudad de José] de la forma en que les había ordenado su padre, ésto no les sirvió de nada en absoluto frente a [el plan de] Dios. [Su petición] sirvió sólo para satisfacer el profundo deseo de Jacob [de protegerles]: pues, ciertamente, gracias a lo que le habíamos impartido, estaba en verdad dotado del conocimiento [de que la voluntad de Dios prevalece siempre]; pero la mayoría de la gente no lo sabe.