Y [he aquí que] aquella en cuya casa vivía [concibió una pasión por él y] quiso hacer que se entregara a ella; y echó el cerrojo a las puertas y dijo: “¡Ven aquí!”[Pero José] respondió: “¡Dios me guarde! ¡En verdad, mi amo me ha dado una acogida excelente [en su casa]! ¡Ciertamente, no acaban bien los que hacen [semejante] maldad!”