23وَراوَدَتهُ الَّتي هُوَ في بَيتِها عَن نَفسِهِ وَغَلَّقَتِ الأَبوابَ وَقالَت هَيتَ لَكَ ۚ قالَ مَعاذَ اللَّهِ ۖ إِنَّهُ رَبّي أَحسَنَ مَثوايَ ۖ إِنَّهُ لا يُفلِحُ الظّالِمونَ La señora de la casa en que estaba José le solicitó. Cerró bien las puertas y dijo: «¡Ven acá!» Dijo él: «¡Alá me libre! Él es mi señor y me ha procurado una buena acogida. Los impíos no prosperarán».