“¡Oh pueblo mío, pedid perdón a vuestro Sustentador por vuestros pecados y luego volvéos a Él arrepentidos --[entonces] Él derramará sobre vosotros bendiciones del cielo en abundancia, y añadirá fuerza a vuestra fuerza: pero no os apartéis [de mí] como gentes hundidas en el pecado!”