Pero los dignatarios de entre su gente, que se negaban a reconocer la verdad, respondieron: “No vemos en ti sino a un mortal como nosotros; y no vemos que te sigan sino quienes son, a todas luces, los más miserables de entre nosotros; y no vemos que seáis en nada superiores a nosotros: ¡al contrario, creemos que sois unos mentirosos!”