Y ASÍ PUES, [Oh Profeta,] no albergues dudas acerca de lo que adoran esas [gentes extraviadas]: sólo adoran [sin reflexionar] como adoraban antes sus antepasados; y, ciertamente, les pagaremos cumplidamente la parte que les corresponda [por el bien o el mal que hayan hecho], sin disminuirla en nada.