149وَلَمّا سُقِطَ في أَيديهِم وَرَأَوا أَنَّهُم قَد ضَلّوا قالوا لَئِن لَم يَرحَمنا رَبُّنا وَيَغفِر لَنا لَنَكونَنَّ مِنَ الخاسِرينَ aunque [luego,] cuando se golpeaban las manos de remordimiento al ver que se habían extraviado, decían: “¡En verdad, a menos que nuestro Sustentador se apiade de nosotros y nos perdone, seremos, ciertamente, de los perdidos!”