Y no hay estado en que te encuentres, ni nada de lo que del Corán recitas, ni nada de lo que hacéis, de lo que Nosotros no seamos testigos desde que lo iniciáis. Y no escapa a tu Señor ni el peso de un átomo en la Tierra o en el cielo. Y no hay nada me-nor o mayor que eso que no esté consignado en una Escritura clara.